31.3.11

Arte contemporáneo y educación especial

Departamento de Educació del Centre d'Art La Panera (Lleida)

En los últimos 30 años se ha avanzado mucho en la accesibilidad a los espacios públicos de las personas con discapacidad física y sensorial. La eliminación de las barreras arquitectónicas es uno de los éxitos más visibles, y aunque todavía falta mucho por hacer, otras iniciativas para la inclusión de personas con discapacidad sensorial son cada vez más presentes en las instituciones culturales. Estas mejoras en la accesibilidad para personas con discapacidad física y sensorial no son tan evidentes en la eliminación de las barreras que frenan la accesibilidad y participación plena en la cultura cuando hablamos de personas con discapacidad psíquica.

La publicación que presentamos, impulsada por la Panera (Lleida), CDAN (Centro de Arte y Naturaleza, Huesca) y Es Baluard Museu d’Art Modern i Contemporani (Palma), tiene como objetivo proporcionar herramientas a las personas con discapacidad intelectual para facilitarles el acceso al arte contemporáneo. Arte Contemporáneo y Educación Especial presenta las aportaciones más destacadas de un proyecto de colaboración entre los museos y centros mencionados, llevado a cabo entre el 20082009, que ha permitido compartir proyectos de cada centro dirigidos a públicos con discapacidad intelectual. La publicación recoge diferentes modelos de actuación, surgidos a partir de mesas de formación multidisciplinar, que han supuesto una mejora en la formación de los responsables de los servicios educativos en este ámbito.

En los museos y centros de arte contemporáneos, los educadores artísticos son los mediadores entre las exposiciones y el público. Recae en ellos buscar las vías adecuadas para acercar los contenidos de las exposiciones a los diferentes colectivos que acceden a los museos. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de realizar visitas o proyectos artísticos con personas que tienen discapacidad intelectual, parálisis cerebral, trastorno del espectro autista o trastornos mentales graves?


Si añadimos el vacío bibliográfico sobre cómo trabajar el arte contemporáneo desde la discapacidad intelectual al hecho de que los educadores artísticos habitualmente tienen una falta de formación específica en este ámbito, nos hace pensar que esta publicación puede ser una herramienta de consulta significativa. La estructura del libro obedece a este objetivo pragmático; así encontramos, en primer lugar, un plan de actuación donde se recogen diferentes recomendaciones para garantizar unas buenas prácticas. El valor añadido de estas recomendaciones es que han surgido de la experiencia de educadores artísticos y que cuentan con el aval de un comité asesor formado por psiquiatras, psicólogos, el Grupo de Investigación en Educación Inclusiva y Diversidad (Greider), entre otros
El primer apartado, «Teoría sobre discapacidad y trastornos mentales», supone una introducción a las diferentes tipologías de la discapacidad intelectual, realizada desde la neurobiología, la psiquiatría y la psicología, además de la reivindicación por parte de estos profesionales de la importancia de los museos y del arte como un recurso para la mejora de la calidad de vida de sus pacientes.


La accesibilidad a las instituciones culturales tiene que ser un compromiso común y presente a la hora de definir las políticas culturales, dado que a España —en comparación con Francia— le queda un largo camino por recorrer. En este segundo bloque, titulado políticas culturales desde el ámbito universitario se establecen algunas premisas a incluir para garantizar una accesibilidad global a la cultura. Así, Aurora Madariaga alerta de qué manera las personas que pertenecen a grupos en riesgo de exclusión social se han visto apartadas de este derecho, por una falta de oferta, accesibilidad y programas adaptados a sus necesidades. Propone que una forma de conseguirlo sería extrapolando al sector cultural el concepto de los años ochenta en el ámbito escolar Necesidades Educativas Especiales (NEE), entendido como la aportación de ayudas complementarias personalizadas.


Y de esta mirada pasamos al texto de Joan Jordi Muntaner, que aplica el concepto de Diseño Universal a los museos, un modelo originalmente aplicado a la arquitectura y el diseño, que, traspasado a la inclusión social, propone que se opte por la accesibilidad integral a través de estrategias y recursos aptos tanto para personas con o sin discapacidad.


El tercer apartado, «Experiencias prácticas», recoge ejemplos desde diferentes disciplinas de las artes contemporáneas: talleres, espectáculos o festivales en los que han participado activamente personas con discapacidad intelectual. Así, encontramos la presentación de los dos talleres de arte contemporáneo a cargo de los artistas Jordi Canudas e Isabel Banal, que realizaron a petición del Centre d’Art la Panera, y en los que participaron usuarios de diferentes entidades de atención a la discapacidad de la provincia de Lleida. La particularidad de estos talleres recae en el trabajo a partir de conceptos relacionados con el lugar y con la experiencia personal de los participantes, mediante la instalación, la fotografía o la documentación. Los otros casos prácticos parten de la danza y las artes escénicas, el dibujo y el cine de animación. En estos, personas con discapacidad intelectual, autismo, Alzheimer, trastornos mentales, tienen principalmente un rol activo, pero también hay ejemplos en que las personas con una discapacidad intelectual son el punto de partida para un proceso creativo, como puede ser el espectáculo «Deversoir», de Angela Laurier, o el proyecto «La Oficina de los Exvotos Laicos», que Valérie du Chené llevó a cabo en el centro 3bisf (Marsella).


La voz de los profesionales del ámbito social está representada, en la publicación, a través de Noelia Nadal y Maricarme Núñez, educadoras sociales. Es este perfil profesional el que más puede valorar los beneficios que obtienen los usuarios de poder acceder a un contexto normalizador e inclusivo. Sus experiencias con las exposiciones del Centre d’Art la Panera hacen referencia a usuarios con un nivel moderado o leve de discapacidad intelectual, que poseen las habilidades sociales y comunicativas necesarias para poder realizar visitas y debates.


Pero también es posible trabajar el arte contemporáneo con niveles cognitivos bajos, como lo demuestran los talleres realizados por la asociación ¿Que Tienes Debajo del Sombrero?, que se llevan a cabo en Matadero (Madrid) y en La Casa Encendida (Madrid). Algunas de las claves son, como explica Ester Ortega, tener tantos colaboradores como participantes para conseguir «un proceso adaptado al tiempo y los intereses de cada participante».


En definitiva, en esta publicación podemos encontrar claves para averiguar cómo el arte contemporáneo puede ser una vía de inclusión social, un nuevo medio de expresión que favorezca la creatividad y la autoafirmación personal y una herramienta terapéutica en manos de los profesionales de atención a la salud mental, con la evidencia de que, para poder llevar a cabo unas buenas prácticas, se requiere un trabajo en red entre entidades culturales y entidades sociosanitarias.

Notas:


1. Prueba de esta voluntad se encuentra en las diferentes legislaciones a nivel estatal y autonómico: Ley 13/1982, de Integración Social de los Minusválidos, aprobada por las Cortes el 23 de marzo de 1982; Decreto 100/1984, de 10 de abril, de Supresión de Barreras Arquitectónicas, Generalitat de Catalunya; Ley 20/1991, de 25 de noviembre, de Promoción de la Accesibilidad y de Supresión de Barreras Arquitectónicas. (Corrección de errata en el DOGC, núm. 1527, p. 6204, de 12–09–1991.)
2. Un ejemplo es «La Mirada Táctil», proyecto que, desde 2008, está equipando con instalaciones multisensoriales los museos de la Red Local de Museos de Barcelona.
3. «Red de intercambios entre programas de educación especial de centros de arte contemporáneo de la Eurorregión Pirineos-Mediterráneo» (2008–2009), en los que participaron el Centre d’Art la Panera (Lleida), Es Baluard Museo d’Art Modern i Contemporani (Palma), el CRAC de Sête y el CDAN (Centro de Arte y Naturaleza, Huesca).
4. Recomendaciones generales, dirigidas a la atención de grupos con un nivel cognitivo heterogéneo; recomendaciones específicas, dirigidas a la atención de grupos formados por personas con una tipología de discapacidad intelectual y nivel cognitivo similar.
5. Imma Buj, psiquiatra del Centro Salud Mental, Hospital Santa Maria de Lleida; Javier Olivera, psiquiatra, coordinador de Salud Mental (sector Huesca); Alicia González psiquiatra, subdirectora del Área de Salud Mental del Hospital Psiquiátrico de Mallorca; Maribel Morueco, psicóloga, directora gerente de la Red Educativa y Asistencial Gaspar Hausser; Ester Bonell, psicóloga asistencial del centro Sant Joan de Déu, Almacelles.
6. Culture et handicap: creado por decreto el 7 de febrero de 2001, constituye una plataforma al diálogo y consulta entre los ministerios encargados de la cultura y las personas con discapacidad, las principales asociaciones de discapacitados, las personas discapacitadas, el ámbito cultural y artístico. http://www.culture.gouv.fr/handicap.
7. Cátedra de Ocio y Discapacidad de la Universidad de Deusto.
8- Catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de las Islas Baleares.